
A partir de 1840, y una vez independiente, chihuahua fue punta de lanza en el establecimiento de industrias textiles. La modernización de la industria minera se vio fortalecida con la construcción de vías férreas que conectaban comercialmente a México y a los Estados Unidos.
Durante el siglo XX, Chihuahua fue punto troncal para el desarrollo del país, a través del intenso comercio internacional que se realizaba entre los dos países. Para 1964, Chihuahua se convirtió en un centro industrial maquilador natural, debido a su ubicación geográfica, su calificada mano de obra y el apoyo gubernamental para la instalación de estas empresas de capital extranjero.